sábado, 20 de febrero de 2010

COMO VOTAR BIEN

ALFREDO SILVA VALDIVIESO
fundaciónparticipar@hotmail.com

Todo candidato a las corporaciones públicas asume compromisos con sus eventuales electores. Eso es apenas natural; lo contrario –ausencia de compromisos- significaría que tal candidato carece de propuestas, y no tiene propósitos claros, es decir, estaría tomando la política como un simple divertimiento, y no como una gran responsabilidad de alto contenido moral y social.

El problema consiste en descubrir si los compromisos del candidato por el que usted piensa votar son buenos (Prestar un servicio desinteresado a la comunidad en todos los campos que requieren de la ayuda del estado: salud, educación, empleo, vías, seguridad, en fin, la protección de los bienes y la vida de los ciudadanos). O son compromisos perversos, como ofrecer sus influencias para la adjudicación de contratos, con miras a ser retribuido con las utilidades de los mismos, o cualquier otra clase de promesas que no se orientan al bien común, sino al interés personal.

Sin embargo, un problema aún mayor que se plantea el elector es cómo discernir entre el candidato que hace compromisos buenos, y el que se compromete con actos delictuosos o inmorales. Lograr la evidencia no es nada fácil, puesto que el delincuente se cuida siempre de no dejar pruebas de su delito; a menos que se trate de quien por sí, o por intermedio de otro, ofrece descaradamente dinero por el voto. Por eso, como le ocurre al que administra justicia, usualmente la investigación del delito tiene que basarse en la prueba de indicios.

¿Será ésta una labor imposible para un votante? Difícil sí, pero no imposible. Primero: si se trata de un candidato que quiere repetir curul, piense o averigüe qué hizo ese candidato en la Cámara o el Senado. Segundo, si es un aspirante nuevo, fíjese qué nexos familiares tiene con algún parlamentario que esté siendo investigado, o haya sido condenado. Tercero, consulte la hoja de vida e indague qué opinión existe sobre su vida privada y de negocios. Cuarto: Desconfíe de aquel o aquellos candidatos que derrochan dinero en la campaña (muchas vallas publicitarias, reuniones públicas con bastante música, licor a granel y “regalitos”); seguramente no son personas honestas. Esas averiguaciones le ayudarán a saber si debe votar o no por ese candidato.

Tales pesquisas pueden aportar luces o indicios muy importantes acerca de la calidad humana y profesional del candidato y, seguramente, le ayudarán en el momento de tomar una decisión sobre su voto. La fundación Participar invita a los lectores a que sigan estos pasos y tomen conciencia de la responsabilidad que asumen con su voto.

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